jueves, 26 de junio de 2008

¿Eh?


Quiero ser una suricata.
Qué increíble. Unos acordes realmente axiomáticos, como un crisantemo colorado y crudo. Arvejas rasgadas demasiado conceptualmente.
Esto me supera, me derrite y me pondera. No tengo ni la más rugosa idea de lo que estoy descorchando, no. Claro que sí.
No te lo repetiré, te lo subrayo nuevamente: Esto no existe, es hermoso y atemporal.
Estamos todos locos y apáticos. Qué sencilla circunstancia, qué sublime cartuchera llena de colores transparentes tan bonitos.
¿Amor? No, gracias, no me gusta lo agridulce.