domingo, 27 de febrero de 2011

Falsedades

Odio la gente que dice "gracias igual" cuando no podés hacer nada por ayudarlos. ¿Para qué agradecen si no hiciste nada? ¿Para hacerte sentir culpable por no haber sido útil?.


(Con voz de "mientras tanto en la Baticueva")
Próximamente en el banquillo de los acusados:

La gente que dice "no es por nada pero...".

Sintonizá Nubes a la misma hora por el mismo canal, ojo que si hay tormenta la señal se corta un poco pero le ponés una papa a la antena y todo bien.

¿Por qué hay tantas entradas en Nubes últimamente?

Porque Febrero (le gusta que lo llamen con mayúscula) es un mes creativo.

Se la pasa con boina y bigotito francés, pintando todo el día, gritándole a todos "sacré bleu" y repitiendo "esto es conceptual, esto es conceptual".

Para mí que le dicen Pepa.

¿Sabés cómo le dicen a Shakira?
¿No? Yo tampoco.

Pero seguro sus amigos y familiares no van por la vida diciéndole "¡Shakira!", y "Shaki" queda tan mal... Ni hablar de "Sha": "¡Vení ya Sha!", "¿Ya ya?", "¡Sí! ¡Ya Sha!". Y todo sería una gran confusión en la que Lisa lloraría, Maggie reiría y ya conocemos el resto.

jueves, 24 de febrero de 2011

Cansada de esperar

Es hora de que se edite Terry Pratchett en este país como corresponde, con sus obras llenando los estantes de todas las librerías (y de mi casa).

Es complicadísimo encontrar un libro de este genial autor en español, y diría que hasta imposible en inglés. Por el momento nos tenemos que conformar con comprar libros usados (ni siquiera estoy segura de que eso sea legal), bajarlos de Internet (¡y eso seguro que no lo es!) o importarlos a precios no muy módicos.

¿Las editoriales argentinas están en Babia o qué?
La verdad que sería un negocio redondo para ellas.
¿No se enteran de estas cosas? ¿Son muy caros los derechos?


En fin. Queremos a Pratchett y lo queremos YA.

No parents allowed

No me gusta que la gente tenga a sus padres en Facebook.
Saber que la madre de un amigo puede leer lo que escribo, y no poder ponerle cosas como "tu vieja en tanga", es algo que limita mucho mi expresión.
Parafraseando a Mirta: "¡Así nnno!". Media pila che.

miércoles, 23 de febrero de 2011

¡No engorda!

Me engaño a mí misma diciéndome que si como postres con cuchara chiquita está todo bien.

sábado, 19 de febrero de 2011

Fantasmas tecnológicos

A veeeeeces, escucho la alarma de mi antiguo celular...

¿No es eso escalofriante?

¿No?

Oh. Bueno. Olvidé mencionar que el aparato está en un cajón...

¡¡¡Sin baterííííaaaa!!!

* Rayos, relámpagos, y un "oooooh" fantasmagórico *

sábado, 12 de febrero de 2011

Como decía Calderón, los sueños sueños son

Soñé que un planeta igualito a la Tierra pero con anillos como los de Saturno, seguido de una pelotita naranja, de ésas hechas de gel que se inflan con agua*, iban a chocar contra nuestro planeta y todos decíamos "tanto preocuparnos para morirnos en dos minutos".
Ni siquiera estaban en escala, la pelotita tenía el tamaño de una pelotita y el planeta, bueno, de un planeta. Pero por alguna razón la gente le tenía pavor a la inofensiva pero seguramente malvada bola de gel (¡después de todo, estaba a punto de terminar con la vida como la conocíamos!).

La cosa es que corríamos esperanzados a un sótano (que no tengo) donde había muchos sillones.

Claro, porque si la tierra explota es fundamental tener un sótano (que no tengo), con sillones. Muchos, muchos sillones.



* Sí, de las que se usan para decorar. Recientemente compré unos paquetes de varios colores para hacer un efecto reloco en un bowl tipo pecera (de las redondas, que no son buenas para los peces porque se les dobla la columna o lo que sea que los peces tengan). En fin, se ve que el concepto quedó en mi subconsciente.

viernes, 28 de enero de 2011

Cuestión de cantidad

Tenemos dos manos. La mayor parte de las actividades que realizamos están pensadas para esa cantidad, y cuando por algún motivo no podemos usar una, nos sentimos torpes y lentos.

Si tuviéramos tres manos, ¿qué cosas haríamos?

sábado, 15 de enero de 2011

Estrenando nueva sección

Me matan los mails del tipo "tenga una huerta en el balcón"·

miércoles, 29 de diciembre de 2010

This is not a collage

Nothing good comes from writing "I don't know what to say" in a piece of paper, but some of the more important choices in life come from saying "I don't know what to do" and admitting that you don't have a clue, not even the most insignificant of the signals.
Maybe it's time to run, maybe it's not. How can you know which is the right path to take? How can you tell if you're making the biggest mistake ever?

I just don't know what to do and I don't care if that's ok or not. I'm not the one to make that call. At least not now.





"It's too late tonight to drag the past into the light"

domingo, 26 de diciembre de 2010

Reglas son reglas

Dos amigos en un minigolf juegan una noche mientras hablan sobre sus vidas. Ya sabés, lo usual, nada del otro mundo.
Porque del otro mundo no pueden hablar en éste. Sólo pueden jugar en el minigolf. Y comer tostadas los días que empiezan con m.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Dos

Él se levanta siempre a las ocho y media, trabaja hasta tarde y los días de la semana se le escurren repetidos y extenuantes. No está enamorado de la mujer que duerme a su lado, pero los problemas mantienen su mente ocupada: La presión del trabajo, la plata, los impuestos, la salud de su padre. Tiene éxito, es joven y le va bien. El estrés es una carga pequeña en comparación, piensa.
Ella, en la otra punta de la ciudad, teje un sweater. Hace un tiempo que se dedica al arte. Pasa las noches mirando programas de preguntas y respuestas. Sueña con recorrer el mundo en globo y que sus pinturas lleguen a un museo antes que ella al cementerio. Complicada y solitaria por de más. Hace panes dulces, tiene un gato, lee mucho y se pregunta qué se sentiría que le regalen flores.

Lunes. Él necesita urgente un remís porque su auto no quiere arrancar. Marca el número, pero se equivoca y el teléfono suena en la casa de ella. El gato, en el sillón, se despierta y se despereza.
Nadie atiende.

A la hora de la siesta

La escena parece salida de otro tiempo, de una época donde la gente silbaba por la calle y andaba más en bicicleta.

Calor. El traqueteo lento e incesante del ventilador se mezcla con un tango que sale de la radio mal sintonizada.

Las cortinas, rojas, pesadas, permanecen inmóviles dejando entrar un perfume dulzón por la ventana. Los pocos rayos de sol que se cuelan, iluminan diminutas partículas de polvo que bailan en la habitación en penumbras, abarrotada de objetos sin un orden aparente.

Abajo de la mesa, el perro sueña con un gran filete y una pelota nueva.

Las macetas en el alféizar desbordan verde y malvones cansados que piden lluvia.

El hombre enciende un cigarrillo y se dispone a escribir.