Dos amigos en un minigolf juegan una noche mientras hablan sobre sus vidas. Ya sabés, lo usual, nada del otro mundo.
Porque del otro mundo no pueden hablar en éste. Sólo pueden jugar en el minigolf. Y comer tostadas los días que empiezan con m.
Porque del otro mundo no pueden hablar en éste. Sólo pueden jugar en el minigolf. Y comer tostadas los días que empiezan con m.
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