sábado, 26 de abril de 2008

Interrogantes

(Ideal para leer escuchando "Those sweet words" de Norah Jones)

¿Cuándo sucedió? Lo perdimos en el camino... Lo olvidamos quizá... Se desprendió sin darnos cuenta...
¿O acaso algo cambió? En mí, en vos, en los dos.
Cuándo es momento de decir adiós, cuándo hasta pronto, y cuándo es mejor no decir nada...
No lo sé.
Cuándo hay que callar en el teléfono, escuchar, colgar sin agregar una sóla palabra más. Tragarse las cosas que quedaron por decir.
No lo sé, y no te miento.
En qué instante algo se quebró, si es que fue en un instante.
En qué minuto algo se extinguió, se apagó, se terminó, se cerró...
No lo sé, no me preguntes.
Cuándo mis oídos de taparon por completo y mis ojos se nublaron. Cuándo quise dejar de escuchar, dejar de ver, dejar de sentir.
When did I become so comfortably numb?
Que no lo sé, te he dicho, y que ya no hagas preguntas.
Necesito algunas respuestas, pero aún no alcanzo a formular las preguntas correctas.
Ése es el punto.
No, no me canso de tener problemas, me canso de tener siempre los mismos.
No, no me quejo de las cosas aburridas que me rodean, me quejo justamente del aburrimiento que me abruma y me embota los sentidos.
Hoy es el cuándo lo que me persigue, mañana tal vez sea el porqué, pero precisar el momento exacto, puede ayudarme a encontrar razones.
De todos modos, los motivos no son lo que busco... Hoy sólo me pregunto cuándo...
¿Cuándo qué?
Pues no lo sé, si lo supiera, no tendría sentido.
Suena The Magic Numbers de fondo, nada podría combinar más con esta situación, este ambiente, este pequeño momento, que será probablemente relegado a lo más recóndito de mi memoria, en breve, o dentro de un tiempo, no sé cuánto.
Hoy, no sé nada.
Hoy no.
Hoy no soy.
Hoy no existo.
Hoy no me conocés.
Hoy no me conozco.
Hoy me siento en el pasto, al costado de la huella, a descansar, a oler la tierra, a tomarme el cielo.
Hoy sólo puedo preguntar.
Hoy no tengo respuestas, así que no hagas preguntas si no puedo contestártelas. Sin embargo nunca me había sentido tan llena y tan real como hoy.
Ya lo sé, para vos seguiré siendo un lindo signo de interrogación, por un tiempo más.
¿Y cuánto es un tiempo?
No lo sé, pero, ¿de verdad querés saberlo?
A veces, no nos hacemos las preguntas justas, por miedo a las respuestas. Pero algo me dice que eso no va a cambiar, somos así, fuimos hechos así.
No tengas miedo, sólo acompañame a esperar, o simplemente quedate al lado mío sin hacer preguntas, y nunca podré terminar de agradecértelo.
Sé mi mejor amigo, como solías serlo. Sé todas esas cosas que me hacen bien, y no me pidas nada más.
No hoy. Porque hoy no pueden salir de mí nada más que dudas sin resolver, oraciones sin completar, sólo... sólo quedate.
Quedate donde pueda verte, donde pueda acudir rápido a vos cuando tenga miedo.
Quedate cerca, pero dejame respirar, dejame ser, dejame odiarme si es eso lo que necesito.
Dejame sacarnos el disfraz.
Dejame vernos tal y como somos.
Dejame odiarte por un momento, para volver a amarte como siempre, como nunca, como alguna vez te he amado...
¿Hasta cuándo voy a estar así?
No lo sé, pero la ruta es larga y desierta, y si querés acompañarme, meté la paciencia y la comprensión en la mochila; un poco de jugo de naranja, porque sabés que no me gusta el agua; también un par de abrazos y sobretodo ponete zapatillas, porque los pies duelen después de caminar tanto...
Y conmigo nunca estaremos en el mismo lugar, así que tenés que acostumbrarte a mi bonito desastre.
¿Venís?




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lindo post, la verdad que te estás afianzando como escritora de post. No sé si estás pasando por un periodo muy creativo y profundo o es que te estás cuidando mucho en lo que vas a poner. Me surge esa teoría al repasar la lista de post que has puesto en las últimas semanas. Celebro las genialidades que estás subiendo, pero extraño un poco la Mai que ordenaba sus pensamientos en su blog.

Te comento también que ya creé mi blog, en realidad sólo reservé el nombre: "Cesped Nevado". Mi primer post va a tener que ver con la justificación del nombre y ahí te vas a enterar bien.

Cambiando de tema y hablando de caminar la ruta te recomiendo que leas "La Larga Marcha" de Stephen King, no tiene prácticamente nada que ver con tu post pero esta novela de unas 200 o 250 páginas dice claramente que para caminar mucho necesitas zapatillas porque si no te uede ir mal como a uno de los personajes, del cual lo único que recuerdo es que era negro. Espero que la leas y disfrutes, com la mayoria de las novelas de este autor necesitás un poco de morbo y estómago pero está buena.

Bueno, creo que me copé escribiendo. Suerte en tus vidas y espero que nos veamos en mayo. Suerte.

Qae dijo...

He llegado por casualidad a tu blog desde España siguiendo la pista de Hemingway y me he encontrado con una duda tan vieja como la vida. He visto que te gusta Jack Frusciante ha dejado el grupo. Yo también lo leí hace tiempo y me gustó. Lo que me turba es lo siguiente: El guitarra de los Red Hot Chili Peppers no se llama Jack sino John. Sabes si es un fallo o es que son nombre equivalentes. Por lo demás decirte que tu blog, del que todavía me falta mucho por indagar, está realmente bien.