martes, 30 de marzo de 2010

Sombras negras en la oscuridad (ya sé que no tiene sentido)


Un instante antes de prender la luz, los demonios revolotean por la habitación y se esconden atrás de las cortinas (si mirás bien quizás les veas los pies) o abajo de la cama (nunca chequees, el miedo te puede paralizar).
A veces son lentos, no tienen ganas de huír, y se dejan ver un poquito.
Es cuando te dan escalofríos y sentís que algo se estaba moviendo antes de que entraras.
Susurran cosas incomprensibles que no sos capaz de entender. Es natural, hablan otro idioma.
Pero no hay por qué preocuparse, mientras la luz esté prendida, su poder se verá limitado. Están atrapados, confinados a estar quietos.
Menos mal.

2 comentarios:

JMH dijo...

Buuuuhhh...
Si habré mirado abajo de la cama o detrás de la puerta.
Pero prefiero los demonios y fantasmas de la infancia a los fantasmas internos de la adultez que tanto cuesta sacarse de encima...

Ciaooo!!

Mai dijo...

a ésos me refiero justamente...