lunes, 24 de noviembre de 2008

Decir que estuve ahí

Cómo ayudar a quien no quiere ser ayudado.
Qué hacer, que decir, para aligerar el peso de alguien que insiste en cargar su cruz solo.
Qué palabras usar para no recordarle lo que lo aflige.
Cómo hacerle sentir que no está solo, aunque diga que no precisa la compañía de nadie.
¿Es suficiente decir "estoy ahí para vos"?
¿Hay que esperar a que pasen los días negros y de repente todo vuelva a estar en calma?
¿O habrá que tomar las riendas del asunto para hacer a la otra persona reaccionar?
En momentos como éste, me siento desorientada, inútil, prescindible e insistente.
No sé cómo encarar las cosas sin que suene pedante o parezca que me jacto de saber cómo reaccionar.
Sólo tengo ganas de decir "sé como te sentís porque yo también estuve así", pero es que en realidad no sé si la situación es la misma.
Puedo conjeturar y formular teorías que quizá nada tengan que ver con la realidad.
Puedo tomar el camino equivocado e irritar más a quien quiero.
Pero lo hago igual, porque no soporto ver de afuera cuando las cosas están mal. No logro esperar a que todo pase, siempre quiero arreglarlo ya.
¿Es una mala costumbre mía?
¿Debería aprender a esperar?
Llega un punto donde concluyo en que lo mejor es dejar que pase el tiempo y todo se reacomode solo. No cargar al otro con más problemas de los que ya tiene, ni obligarlo a recibir mi ayuda.
Pero mientras tanto, quienes se encierran en sí mismos, hacen sufrir a los que más los quieren.
Quizá ni se den cuenta. Están tan metidos en sus preocupaciones que ni se dan cuenta de lo mal que tratan a quienes inocentemente se cruzan por ahí e indagan en su estado.
Y el eslabón más débil de la cadena es el que termina sufriendo por los dos: Por el dolor del otro, y por el propio al recibir contestaciones bruscas o indiferencia.
Mi malestar surge porque muchas veces fui la del problema yo y muchas menos veces he sido el eslabón débil.
Ahora lo soy y me pregunto cómo tengo que actuar.
Sinceramente no lo sé. No sé si callarme y esperar. Si callarme y olvidar. Si callarme y nada más.
Sólo quiero que todo se resuelva de alguna manera que minimice los daños, y que sea rápido.
Sobre todo, después del trayecto que haya que recorrer,
espero poder afirmar "yo estuve ahí", estuve ahí siempre que me necesitaran. No importa si todo sale mal o si no fui de ayuda. No quiero sentir que me borré.
Quiero estar, aunque la pase mal.
Y así va a ser.


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