jueves, 2 de octubre de 2008

Ésta no es una entrada machista.

Un comportamiento muy común en los grupos femeninos es la tendencia a elegir como líder a la que no represente una amenaza para el grupo.
La que las maneja a todas, nunca pero nunca es la que está más buena, ni la más inteligente, ni la más simpática.
Siempre es una del montón. Ni muy muy, ni tan tan.
A las chicas les gusta tener como mejores amigas, a pibas parecidas a ellas, y sobre todo, se sienten bien al poder expresar compasión por las demás.
Ejemplo: María y Juanita antes de salir. María se prueba una camisa. Le queda bien.
- María: Che, ¿cómo me queda?
*Juanita la mira y pone cara de no estar muy convencida*
- No te queda mal...
Ese "no te queda mal", es un hachazo. Porque Juanita, inconcientemente piensa que a ella le quedaría mucho mejor.
Otra respuesta posible es:
- Y... Es demasiado provocativa, no da...
Y la envidia brilla por un segundo en los ojitos de Juanita, aunque ella ni se dé cuenta, porque no lo hace de jodida.
Yo misma he visto a alguna que otra amiga de toda la vida, relojearme de arriba a abajo antes de salir y he vislumbrado alguna que otra sensación fea en su mirada. Al toque se pasa y está todo bien.
Creo que es parte del instinto.
No sé por qué, pero las mujeres se sienten más seguras de sí mismas si ven que tienen algunas cualidades que las demás no.
Desde el momento en que una mina que está muy buena (y que encima tiene otras condiciones), asume el liderazgo del grupo, aparecen opiniones en contra.
Los murmullos se disipan como onditas en el agua, los comentarios van pasando de ventanita en ventanita, de mensajito en mensajito, y le terminan cortando la cabeza.
Ahora bien, ¿cómo es que hay grupos donde la líder es la típica Barbie y sin embargo subsiste? ¡Muy fácil! Me juego la cabeza a que no es lo suficientemente viva como para darse cuenta que la critican a sus espaldas.
Después de todo, una líder boluda no le hace daño a nadie.
Uhm, bueno, a los tímpanos quizá, pero como todas hablan en la misma frecuencia de voz (altísima, rozando la franja de la de los murciélagos, viste), da igual...
Quizás algún día (muy, muy lejano), las minas aprendan a convivir sin envidiarse, sin querer pasarse por arriba.
¿Será posible que entiendan que cada una es única y completamente especial?
Que si la vida no te dio tal don que querías, es porque te dio otro, y tenés que explotar eso.
Y si se lo dio a la de al lado, bueno, bancátela, y si es tu amiga, alegrate por ella, hacéselo saber, y no le hagas creer que la fuckin' camisa le queda mal si realmente le queda bien.
Carajo.
Siempre tengo que mandar alguna puteadita en este blog, no puedo cuidar esa boca eh.

3 comentarios:

Dark Knight dijo...

No, las minas no pueden no aplastarse entre ellas, no pueden decir que la camisa le queda bien, no pueden ser felices si no tienen todo.
Ahora, los hombres somos tan distintos...? no.
Todos somos iguales.

Ericarol dijo...

Sabes que???

tienes toda la razón del mundo.

por eso, escojo muy bien a mis amigas.

Ericarol

Anónimo dijo...

Leete a este muchacho Freud(seguro lo hiciste), trata de explicar porque la smujeres n opueden tener un autoestima decente, luego no pueden sentirse especiales, luego envidian, luego son mujeres... Pero son hermosas y los hombrtes no las padecemos tanto como ellas mismas se padecen.

Nacho...