jueves, 20 de marzo de 2008




Se deslizan entre las fibras de mi pelo los más hermosos colores, como niños felices jugando en toboganes. Pequeñas esferas triangulares bailan al compás de una lenta melodía triste. Túneles púrpuras se precipitan a la siguiente dimensión incitando a la aventura. Relojes se derriten y resbalan por las paredes de mi desesperanza. Suena una gaita de fondo. Los muebles se ordenan solos y se miran agobiados. Nada existe, ya no más. Nunca nada fue.

1 comentario:

feña dijo...

OLAA!

soy nueva en esto

me encanto tu blog

q stes bien


adios!