jueves, 17 de marzo de 2011

Qué loco

Cuando alguien toca timbre en casa y no tengo ganas de atender porque, por ejemplo, estoy estudiando, hay una serie de momentos posteriores al riiiing en los que puedo claramente sentir la presencia del tocador de timbre.
No lo veo, no lo escucho, pero lo intuyo, y el silencio toma una forma particular, como si estuviera compuesto por ondas con mucho eco que dicen "hay un extraño o posible conocido en mi puerta".
Luego de un tiempo prudencial desaparece la sensación y vuelven el sonido ambiente y el resto de las cosas a su lugar.

2 comentarios:

Emilio dijo...

¡Por Dios, es muy cierto!
No tengo nada qué comentar... iba a simplemente poner "me gusta" pero el blog no tiene esa opción...

Mai dijo...

Mmmm tengo que averiguar si se puede hacer algo así, la verdad que no sé nada de programación web :$