Este tipo de cosas me distraen del estudio, y hasta que no las analizo, no me puedo concentrar en la lógica proposicional.
Hoy observaba a mi gato, durmiendo arriba de mi cama (sí, en la frazadita verde de polar que ama tanto y en la que clava sus uñas unas 100 veces al día), y quise molestarlo (qué raro).
Entonces hice que se mordiera su propia cola. El muy tunante, en vez de atacarme a mí, se abalanzó con las manitos y los dientes sobre ella.
Y yo me pregunto: Los gatos... ¿Saben que su cola es parte de su cuerpo?
Luego de reírme de lo tonto que es a la mañana, me di cuenta que mientras dormía plácidamente, movía su cola y se hacía cosquillas en los bigotes. Se ve que le molestaba porque le tiraba manotazos. Hasta que se hartó, abrió los ojos, la tapó con una manito (no sin antes dedicarle una mirada de odio), y siguió durmiendo.
Esto me da qué pensar.
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